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3 Libros sobre Melchor, Gaspar y Baltasar, de la Edad Media al siglo XX




 El libro de los Reyes Magos, de Juan de Hildesheim

Aunque hasta el momento de publicación de la obra, en el siglo XIV, se decía que los Magos procedían de Persia o de Caldea, Juan de Hildesheim situó su origen en las Indias. El autor de esta reconstrucción histórica de la leyenda de los Reyes fue un monje carmelita. Historia Trium Regum (tal el título original) sostiene que los tres murieron hacia la mitad del siglo en el que falleció Jesús. Gracias a Helena de Bizancio, que volvería siglos después a pisar Tierra Santa, se recuperaron sus restos. Luego de la muerte de su hijo Constantino, los trasladaron a una iglesia de Milán y, por último, en una especie de periplo forense religioso, el autor detalla que el rey Federico I de Hohenstaufen, con la ayuda militar del arzobispo de Colonia en su lucha contra Milán, se lleva como trofeo los restos de los Reyes Magos a una catedral de Colonia, en Alemania.




Restauración de El misterio de los Reyes Magos: la página más antigua del teatro español, de Eduardo de la Barra

El autor de esta aventura intelectual fue un diplomático chileno, además de ingeniero, filósofo, crítico literario, traductor, periodista y escritor. Se lo nombró miembro correspondiente de la Real Academia Española de la Lengua por sus colaboraciones sobre métrica y prosodia de la llamada literatura arcaica, en la que se incluye "Auto de los Reyes Magos", del siglo XII, una de las primeras obras teatrales en nuestro idioma. En 147 versos, se describe a Melchor, Gaspar y Baltasar mediante escenas y monólogos acerca del hallazgo de una nueva estrella, su significado y la naturaleza divina del Niño Jesús. En una de las escenas, los magos visitan en su palacio al rey Herodes, que les promete adorar al Niño. Sin embargo, ellos ya habían sido advertidos en sueños de la verdadera intención del monarca.




El regalo de los reyes magos, de O'Henry

"Los Reyes Magos, como ustedes seguramente saben, eran muy sabios –maravillosamente sabios– y llevaron regalos al Niño en el Pesebre. Ellos fueron los que inventaron los regalos de Navidad. Como eran sabios, no hay duda de que también sus regalos lo eran, con la ventaja suplementaria, además, de poder ser cambiados en caso de estar repetidos", comenta con ironía el narrador de este famoso cuento firmado por uno de los maestros estadounidenses de las formas breves. Aunque el título de la historia evoque los primeros días de enero, el relato (que O'Henry dio a conocer en 1905) transcurre en Navidad. En la Argentina, la editorial Calibroscopio publicó una hermosa edición ilustrada por María Wernicke. Los que no puedan esperar a conseguir un ejemplar pueden leer el cuento aquí.